ÁLVARO CARRERA
AS.com
Si hay un escenario boxístico que impresione es el Madison
Square Garden de Nueva York. Allí puedes encumbrar tu carrera, o despedirte de
ella. En ese brete se encuentra Sergey Kovalev (30-2-1, 26 KO), quien busca un
todo o nada este sábado en tan mítico recinto. El ruso quería en 2017
convertirse en leyenda, pero no lo logró y Andre Ward tiene ahora ese título.
Él, tras dos derrotas consecutivas, persigue de nuevo un título mundial del
semipesado (versión WBO), le ayudan los acontecimientos, pero sabe que es todo
o nada. Otra derrota, con 34 años, podría ser su adiós.
Krusher dominó durante años la categoría del semipesado con
mano de hierro. Campeón mundial desde 2013 y con tres coronas (WBA, IBF y WBO)
desde 2014. Sumó cinco defensas de esos tres entorchados y nadie parecía
hacerle sombra, hasta que desde por peso por debajo apareció Andre Ward. El
combate que todo el mundo quería ver. Dos invictos, y en ambos ganó Ward. La
primera con polémica en los puntos, en el segunda con un KO dudoso. Sea como
fuera, el estadounidense mostró su superioridad, sobre todo en el segundo, y
decidió retirarse. Algo que con tres títulos vacantes, le dio la opción a
Kovalev, quien ya había cerrado el combate antes del anuncio de Ward.
Por tanto, el rival era complicado para escalar posiciones,
pero la WBO quiso tener la deferencia con un campeón durante tantos años. Su
estilo agresivo, presión alta y pegada encandilaron a los aficionados, ahora
debe recuperarlo frente a Vyacheslav Shabranskyy (19-1, 16 KO). El ucraniano es
de la misma escuela de Kovalev. Primero ahoga al rival, después saca la
dinamita. Duelo de boxeadores muy similares, los errores serán clave. Kovalev
no se lo puede permitir. The Garden marcará su futuro.
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