Bernardo Pilatti
ESPN Digital
No cabe otro título para la batalla que este sábado
protagonizaran en el Oracle Arena, de Oakland, California, los invictos Andre
Ward (28-0 con 15 KO) y Sullivan Barrera (17-0 con 12 KO). Tanto la victoria
como la derrota pueden resultar determinantes para el rumbo de sus carreras.
Vencer significa el pasaje a una mega batalla contra el monarca indiscutido de
las 175 libras: Sergey Kovalev. Perder, puede significar el adiós a los sueños
en el caso de Barrera y el comienzo del fin en el caso de Ward.
Para comprender la importancia de ganar este combate, basta
señalar el momento de cada uno. Andre Ward ya ni siquiera es considerado entre
los mejores libra por libra, viene de un largo período de poca actividad y en
sus dos únicas salidas al ring en los últimos tres años, no mostró nada
excepcional. Ganarle a Barrera le servirá para empezar a pagar la deuda con las
exigencias del primer nivel del boxeo que siempre lo tuvo como una de sus hijos
pródigos.
Sullivan Barrera es la antítesis. Su historia en el boxeo
profesional de primera línea ni siquiera comenzó. Es un púgil con un valioso
pasado amateur y un buen record invicto como profesional. Pero no ha enfrentado
aún a rivales de peso ni tampoco ha ganado títulos. Barrera es una enorme
promesa de 34 años de edad. Si no le gana a Ward, la derrota y la edad, tal
vez, lo dejen sin futuro.
Lo anterior nos permite imaginar que los dos rivales subirán
al cuadrilátero bajo presión y conscientes de que deben darlo todo para
llevarse la victoria. Ward con su experiencia y Barrera con su agresividad.
¿Les alcanzará a los dos con esos expedientes? No, claro que no. Y es en esa
constatación que comienza nuestro juego de especulaciones.
¿GANARA ANDRE WARD?
Si este combate se hubiera realizado hace cinco o seis años
en las 168 libras
donde Andre Ward era la figura dominante e indiscutible, no tendría dudas en
vaticinar una victoria cómoda del estadounidense. Sin embargo, luego de casi
cuatro años en los cuales apenas realizó tres peleas, no es un invento el óxido
acumulado como factor negativo para sus posibilidades. A eso sumemos la
incógnita de subir a una división superior donde el peso de la mano rival es
más poderoso que en la de los medianos.
El estadounidense subirá con el misterio de esa deficiencia,
lo que, de todas maneras, no debería opacar sus grandes virtudes: la
experiencia, la técnica, el trabajo sobre piernas, la velocidad, el golpeo
desde los ángulos y la capacidad de resolver en situaciones complicadas, algo
propio de un campeón que ha enfrentado a rivales de todos los estilos.
Ward encuentra sólido crédito en su pasado, pero la
incógnita de su presente otorga ventajas al rival de turno. Por lo pronto,
deberá ser muy inteligente con el manejo del ritmo del combate. Tendrá que
tomarse descansos para regular el cardio si pretende llegar con la misma
velocidad a los 12 asaltos. Moverse siempre en sentido contrario a la mano
derecha de Barrera, trabajar el golpeo desde los ángulos, entrar y salir para
conectar sus combinaciones, parecen ser las claves de su estrategia. No debe
ser mala idea cambiar el libreto en los primeros asaltos, aprovechando la
posible ansiedad de Barrera que seguramente padecerá miedo escénico en su
primera gran pelea y es posible que cometa errores al inicio de la reyerta.
¿GANARA SULLIVAN BARRERA?
El cubano tiene las herramientas apropiadas para llevarse la
pelea. No es el favorito y a veces esa condición suele ayudar a quien consigue
superar el miedo escénico, algo que solo se constatará una vez comience la
pelea. La ansiedad del novato en peleas de mucha presión mediática, puede ser
el primer rival que deberá vencer Sullivan Barrera.
Pero hay otros aspectos a superar. La mejor versión de Andre
Ward para cualquier rival de las características de Barrera es un total
acertijo sin solución. El estadounidense en su mejor momento conseguía
construir un guion apropiado a cada oponente. Para cualquier intento ofensivo
encontraba la solución defensiva y siempre, inevitablemente, lograba establecer
el ritmo de sus peleas, colocar los mejores golpes, lucir impecable ante el
escrutinio de los jueces y llegar el final con el rostro inmaculado. A ese
Andre Ward, Sullivan Barrera jamás lo podría vencer. Pero vamos a imaginarnos
que la versión del ex campeón súper mediano es otra muy desmejorada y en ese
escenario el cubano se puede llevar la pelea hasta por KO.
¿De qué depende? En primer lugar de su estrategia ofensiva y
para ello cuenta en su esquina con el mejor de los entrenadores: Abel Sánchez.
Si Barrera es disciplinado y cumple el libreto, habrá dado un paso decisivo
hacia la victoria. Y el plan de pelea puede ser una de las grandes sorpresas de
la noche. Basta recordar como Sánchez nos sorprendió a todos en la última pelea
de su pupilo estrella, Gennady Golovkin, cuando venció a David Lemieux. El
considerado entrenador del 2015 estableció un férreo control sobre la ansiedad
agresiva de GGG que reguló su presión habitual cambiando acoso por destrucción
lenta, pero sin arriesgar un solo instante la posibilidad de un trallazo
perdido del canadiense. Fue una batalla impecable donde se unieron la capacidad
aniquiladora del kazajo y la inteligencia estratégica de su entrenador.
Para Barrera no me sorprendería que Abel inventara un
libreto parecido. El cubano tiene mejor pegada, está en su peso natural y, por
si fuera poco, es más alto que Ward y además lo supera en cinco centímetros en
la extensión de brazos. Es de esperar que Barrera controle a su rival con el
jab y trabaje de manera permanente con golpes de poder desde la larga y la
media distancia. También es de esperar que el ritmo de pelea que le imprima el
cubano sea de menos a más. Le cortará el ring a Ward, pero le permitirá los
caminos laterales para ayudar su desgaste y evitará llegar a la corta distancia
para no permitirle los amarres o el golpeo en espacios reducidos.
Tal vez las incógnitas previas sobre el plan de pelea de
cada uno sean uno de los grandes atractivos de este combate de muy difícil
pronóstico. Quizás, por su localía, velocidad, experiencia en este tipo de
combates donde existe tanta presión y la capacidad de aprovechar cualquier
error del adversario, Andre Ward es ligeramente favorito para llevarse la
victoria en las tarjetas. Sin embargo, la determinación, la pegada, la
capacidad de su esquina y las ventajas físicas del cubano, emparejan cualquier
pronóstico.
Como sea, veremos una gran batalla, la primera de una
definición en las 175
libras que promete ser apasionante si imaginamos que
luego de vencer en esta batalla, el ganador se las verá con quien parece
imposible derrotar: Sergey Kovalev.
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