JUANMA LEIVA
AS.com
Su boxeo engancha, su récord está impoluto (18-0) y su
historia es digna de lo que tanto gusta denominar al otro lado del charco como
la de “un verdadero héroe americano”. Se trata de Sammy Vasquez jr, un peso welter
que en menos de tres años como profesional se ha convertido en uno de los
prospectos estadounidense más prometedores.
Tras pasar por la promotora de Mike Tyson, que fue quien le
lanzó, Al Haymon, el hombre de moda en el boxeo y que maneja la carrera de
Floyd Mayweather, ya ha echado sus redes sobre el campeón de EE UU.
El pasado fin de semana logró por decisión unánime ante el
ghanés Emmanuel Lartey la 18ª victoria desde que irrumpió en el
profesionalismo. Algo que el de Monnesen (Pensilvania), pueblecito donde se
crió Michael Moorer, hizo tras servir ocho años en la Guardia Nacional
del ejército de Estados Unidos, incluidos dos periodos destinado en Irak, uno
en la Fuerza
de Respuesta Rápida y otro en reconocimiento y localización de minas.
De ahí que cuando fue preguntado sobre si una velada
televisada a nivel nacional le ponía nervioso, su respuesta fue impactante: “Yo
fui donde no sabes si vas a estar vivo al día siguiente. Esto es boxeo y quizá
acabe con un ojo morado o la nariz rota, pero cuando termine el combate volveré
a casa con mi familia”.
Guardia Nacional. Vasquez, de 28 años, asiduo de la iglesia
junto a su mujer y sus tres hijas, no duda en nombrar a Naseem El Príncipe
Hamed como una de sus referencias y, al parecer, no sólo por sus logros. Si el
inolvidable británico de origen yemení se atrevía a llegar al cuadrilátero en
una alfombra mágica (por nombrar alguna de sus míticas apariciones), Vasquez lo
hace sobre uno de los Hummer del ejército y flanqueado por sus excompañeros en la Guardia Nacional.
Y, lo más importante, una vez suena la campana, su boxeo inteligente y vistoso
no defrauda.
A pesar de su paréntesis militar, Vasquez nunca dejó de lado
un deporte en el que comenzó a los 9 años tras ser intimidado por otros chicos
en el bus. Ya en el ejército, fue campeón de las Fuerzas Armadas labrándose un
récord amateur que le llevó a ser reserva del equipo olímpico en Londres 2012.
Su padre, de ascendencia latina (su hijo lleva tatuadas las banderas de EE UU y
México), le puso de sobrenombre The who can mexican (el que podría ser
mexicano) y guía una carrera que se desarrolla a un ritmo vertiginoso (18
peleas en 34 meses con 13 KO’s) que le deberían llevar en un futuro a
conquistar cotas importantes. El objetivo de este héroe americano.
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