DAN RAFAEL
ESPN.com
Retirado del ring o no, Óscar de la Hoya siempre será un peleador en esencia. Tal y como peleaba con tanta pasión dentro del ring, De la Hoya tiene la misma actitud feroz mientras pelea por mantener a su empresa, Golden Boy Promotions, en la cima de la industria del boxeo, luego de la reciente turbulencia derivada el 2 de junio tras la renuncia de Richard Schaefer, el ahora ex amigo de Óscar de la Hoya, quien fue co-fundador de la compañía, el ejecutivo de mayor nivel que hubo en la organización y quien la llevó a convertirse en una potencia. La renuncia llegó luego de un pleito con De la Hoya, quien posteriormente presentó una demanda contra Schaefer, buscando 50 millones de dólares como compensación por daños.
La razón de la fractura en la relación De la Hoya-Schaefer ha sido señalada por ambos bandos como algo derivado de dos temas. Uno fue el deseo que tenía De la Hoya por hacer las paces y efectuar negocios de nuevo con su ex promotor, Bob Arum, cuya compañía, Top Rank, ha sido el rival de Golden Boy en las promociones de boxeo. Schaefer no confiaba en Arum y se oponía rotundamente a eso. El otro problema era el descontento que tenía De la Hoya con el hecho de que Golden Boy promovía a muchos boxeadores que tenían contratos firmados con Al Haymon como consultor y quien, con la aprobación de Schaefer, se negaba a firmar acuerdos promocionales con la compañía, lo que le daba una ventaja exorbitante.
Aunque esos ciertamente fueron problemas, las verdaderas semillas del distanciamiento fueron sembradas cuando De la Hoya cumplía ocho días en su más reciente rehabilitación, el otoño pasado, y, de acuerdo a múltiples fuentes, el famoso abogado Robert Shapiro, quien había apoyado el ingreso de Óscar de la Hoya a rehabilitación, le presentó un acuerdo en donde Schaefer negociaba la venta de Golden Boy por 100 millones de dólares, aunque no se sabe con certeza quién era el presunto comprador.
"Óscar estaba en un momento muy obscuro, y le decían, 'Este negocio, el boxeo, es malo para ti. Es hora de que te marches'", dijo a ESPN.com una fuente enterada del tema. "Lo que le mostraron, bajo la condición en que se encontraba, era imposible que lo procesara de forma adecuada. No era algo que él quisiera hacer, pero le decían, 'Puedes alejarte, dejar atrás las presiones, puedes ganar algo de dinero'. Él estaba en una situación muy vulnerable".
Otra fuente con conocimiento directo de lo que ocurrió dijo que De la Hoya recibió un documento de más de 50 páginas relacionado con el negocio propuesto, en el momento más bajo de su problema.
"Óscar estaba en rehabilitación y le decían, 'Estás acabado en el boxeo. Vende tu compañía'. Era una situación muy mala. Richard fue una basura por hacerlo de esa forma", dijo la fuente.
Aproximadamente en marzo, De la Hoya presuntamente había aceptado vender, pero cambió de parecer, algo que molestó a Schaefer.
"Conforme Óscar revisó cada punto del acuerdo, eso parecía como si pelara una cebolla capa tras capa. Apestaba", dijo una de las fuentes.
De la Hoya, de acuerdo a fuentes, se enfureció al enterarse que Schaefer seguiría vinculado con la compañía que comprara Golden Boy --al igual que Haymon--, y que De la Hoya tendría muchas restricciones para usar su propio apodo y logotipo, entre otros detalles, durante décadas.
"¿Acaso le molestaría si alguien intentara despojarle de su compañía, el resultado de todo su arduo trabajo en los últimos 30 años? Creo que es acertado decir 'Absolutamente'", dijo una de las fuentes enterada de los términos de la propuesta.
Schaefer, argumentando que el proceso legal estaba en marcha, declinó hablar de cualquier punto relacionado con su salida. De la Hoya dijo que no podía explicar los detalles de la salida de Schaefer, el proceso de arbitraje o la posible venta, pero dijo: "No sé (qué pasó con Schaefer), realmente no lo sé. ¿Quizá fue la ambición? Pero todavía intento averiguar qué fue lo que hice mal. ¿Qué fue lo que hice para recibir una patada cuando había tocado fondo?
"No puedo hablar de nada en el tema legal hasta que reciba órdenes de mi abogado. Espero que resolvamos esto pronto. No es una nube negra sobre mi cabeza, pero es una distracción".
Cuando se le cuestionó acerca de la posible venta, dijo, "No puedo comentar al respecto. Pero les diré algo, por primera vez en mi vida, mi acera está totalmente limpia. Es todo lo que diré".
El campeón mundial Semicompleto Bernard Hopkins, quien es dueño de aproximadamente el cinco por ciento de Golden Boy, le dijo a ESPN.com que su abogado, Eric Melzer, le había comentado que había una fuerte posibilidad de que De la Hoya vendiera sus acciones de la compañía (aproximadamente el 55 por ciento), y que los otros accionistas, Anschutz Entertainment Group (aproximadamente 20 por ciento), Gabriel Brener (aproximadamente 12 por ciento) y Schaefer (aproximadamente ocho por ciento) estaban de acuerdo.
"Eventualmente, las compañías son formadas y luego se venden", dijo Hopkins. "Richard le mencionó la posibilidad a Eric, y él me la comentó. Yo no hubiera tenido ningún problema con eso. Hubiera ganado dinero. Escuché que iban a vender la compañía, que Óscar lo había aprobado y que luego cambió de parecer. Y una persona tiene el derecho a cambiar de parecer.
Cuando Schaefer renunció, muchos pensaron que Golden Boy estaría en graves aprietos, especialmente cuando Mayweather, el rey del pague-por-ver, dijo que ya no trabajaría con la compañía. Después de todo, Mayweather y Schaefer son cercanos, y "Money" había dicho que Schaefer era la única razón por la cual había trabajado con Golden Boy en un acuerdo pelea-por-pelea con sus últimos nueve pleitos (comenzando con la de 2007 ante De la Hoya, que impuso récords de ventas en pague-por-ver).
Pero luego de la renuncia de Schaefer, De la Hoya hizo dos movimientos importantes que mostraron su fortaleza. El primero fue conseguir que Mayweather, el peleador más importante de Haymon, cambiara de parecer y siguiera con Golden Boy, al menos hasta su revancha del 13 de septiembre ante Marcos Maidana, aunque él en realidad no tenía otra opción real ya que la pelea estaba muy cercana.
El segundo fue asegurar un compromiso de Hopkins para seguir con la compañía. Hopkins también tiene cercanía con Schaefer, y muchos pensaron que también se iría de Golden Boy, quizá para unirse a Schaefer, quien le ha dicho a sus amigos cercanos que él planea seguir en el negocio de la promoción de boxeo una vez que su situación legal con Golden Boy --la cual él afirma que tiene contrato vigente hasta marzo de 2018-- se clarifique.
De la Hoya ha limpiado la casa, despidiendo a al menos cuatro empleados vinculados con Schaefer. Él quiere que todo mundo sepa que él está a cargo, aunque dijo que una vez que se aclare la situación legal con Schaefer, probablemente contratará a un presidente para la compañía, además de que se proclamará como la máxima autoridad. Uno de los nombres que se ha manejado es el de Jeff Wald, quien tiene muy buenas conexiones en Hollywood, tiene una buena relación con De la Hoya y es conocido en los círculos boxísticos como el motor detrás de la serie "The Contender".
"Me está llamando gente de muy altas esferas, de todos estilos de vida", dijo De la Hoya. "Cuando tome la decisión, y reciba la luz verde de mis abogados (para contratar a alguien), lo haré junto a mi equipo. Mientras tanto, tomaré el timón".
De la Hoya se apoya mucho en Eric Gómez, quien es vicepresidente, matchmaker y, lo más importante, su amigo de toda la vida, para que lo respalde en los negocios y en temas personales.
"Me apoyo en Eric Gómez. Él inició la compañía conmigo. Ha estado ahí desde el primer día", confesó De la Hoya. "Él conoce el negocio del boxeo y a Golden Boy Promotions como la palma de su mano. De hecho, él es el que pacta las peleas. Me apoyo mucho en él.
Gómez también es la persona dentro de Golden Boy que tiene una relación sólida con Haymon. Algunos peleadores de Haymon tienen contrato vigente, como el monarca Supergallo Leo Santa Cruz, el campeón Ligero Omar Figueroa y el peso Welter Amir Khan. Pero, aunque De la Hoya sigue promocionando a los peleadores de Haymon, dijo que él lo presionaría para que firmara a más púgiles con Golden Boy, pero Haymon hasta el momento se ha negado.
"Necesito seguridad. Estoy operando un negocio", dijo De la Hoya. "En cualquier negocio, si no tienes los contratos firmados, no puedes operar exclusivamente con un apretón de manos".
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