CARLOS IRUSTA
ESPN.com
Una ovación cerrada y rugiente
bajó, como una cascada, desde los cuatro costados del estadio del MGM Grand. No
era para menos. Peleando a sangre y fuego hasta el último asalto, y hasta el
último round, Marcos Maidana capturó la imaginación del público. Tanto fue así
que, cuando se conoció el fallo (Dave Moretti falló empate en 114, algo que
hace años no se da en una pelea de Floyd), la gente abucheó como nunca. Y,
cuando Floyd comenzó a hablar sobre el ring, la silbatina fue tan grande que no
se pudo escuchar nada.
El estadio se vendió en su
totalidad, unas 18 mil localidades, de las cuales se puede estimar que unos
tres mil eran argentinos, con todo su bullanguero aliento. Pero cuando terminó
el combate, no fueron esos tres mil los únicos que ovacionaron al Chino: fue,
prácticamente, todo el estadio.
Desde la primera campanada hasta
la última, Maidana se entregó al todo por el todo. Es cierto que cometió
algunos errores, como también es cierto que Floyd apeló no solamente a todo su
talento, sino a su inagotable bagaje de trampas y mañas: codazos, empujones,
amarres, quejas& Ayudado por Tony Weeks, que le permitió muchas
infracciones, Mayweather apeló a todos sus trucos ante un rival hambriento de
gloria que salió, sin especulaciones a ganar la pelea y no a conformarse con
decir alguna vez, "Yo peleé con Floyd".
Por supuesto, no es cuestión de
echarle la culpa al referí, como tampoco a Floyd. Ya se sabe que es
escurridizo, mañero, veloz, inteligente, altamente defensivo, un genio. Pero
aun así y todo, El Campeón del Pueblo peleó de igual a igual, porque inclusive a
la hora de los amarres y codazos, también hizo lo suyo. Como dijo Richard
Schaefer, "Maidana nunca estuvo involucrado en una pelea de poca calidad y
es el más excitante peleador del momento".
Maidana, superado en velocidad,
no fue superado en coraje ni garra: "No sé qué decir", dijo cuando
llegó a la conferencia de prensa. "Fue una buena pelea, hice todo lo
posible para ganar& No alcanzó, para los jueces, hicimos un buen trabajo.
Tratamos de ganar la pelea, pero nos dieron perdida". Mientras Mayweather
se sacaba una foto con Nahuel, el hijo del Chino, decidieron darle luego el
sitio al ganador. Floyd, quien agradeció a todos, especialmente a los fans de
Argentina. Hizo una arenga a sus amigos, "Tengo que hacer ajustes, pero es
un durísimo peleador, hoy fue una pelea muy tremenda y competitiva, pienso que
esta noche que todos los que están en el boxeo deben estar felices".
Detrás de las declaraciones,
quedó en pie la caballerosidad del ganador. "Te felicito, tienes una hija
hermosa, una familia muy linda, y eres un gran peleador, pero& la próxima
vez no me pegues tan abajo, porque voy a usar mis guantes", lo cual,
obviamente, provoco la risa del más de un centenar de presentes. No solamente
remarcó que lleva muchos años como campeón mundial, pero también que "Voy
a regresar en septiembre".
Maidana, con un perfecto
entrenamiento, se jugó en cada cruce, aun siendo muchas veces superado por la
tremenda velocidad del rival. Si Maidana fue como el trueno, que estremece todo
a su alrededor, Mayweather es el rayo, que siempre llega antes. Pero queda en
claro que, esta vez, el trueno retumbó fuerte y que puso en apuros al invicto
campeón mundial, que esta noche sumó el cinturón welter de la AMB, que estaba
en poder del argentino.
Mayweather peleó con un corte en
la ceja derecha, producto de un choque casual de cabezas no faltó quienes
apreciaron un golpe justo-, y aunque logró despegarse del argentino, peleando
de lejos, luego del quinto asalto, tuvo muchos problemas. Maidana siempre
logró, de una manera u otra, achicar los espacios, apretándolo contra las
sogas, aún lanzando golpes quizás demasiado abiertos de derecha. ¿Qué se le
puede pedir a un peleador de raza, cuando siente que debe pegar de cualquier
manera, aunque la técnica no sea la correcta? Maidana buscó toda la noche, aun
recibiendo tremendos contragolpes de derecha, lanzados a la velocidad del rayo.
Antes de la pelea, Floyd hizo
hincapié en que no quería los guantes Everlast mexicanos, que utilizó Maidana,
y luego de la pelea, habló de la seguridad de los boxeadores. "Esos
guantes son duros y creo que hay que proteger a los boxeadores", dijo. Y
cuando alguien le preguntó si tenía derecho a cuestionarlos, aseguró: "Lo
que pasa es que vos no peleaste nunca en tu vida", provocando risas,
aunque no olvidar, esos guantes son autorizados por la Comisión Atlética de
Nevada. Y luego volvió a arengar a su gente con un grito como de guerra,
"Hard work, Hard work" (Trabajo duro"), que también fue
vitoreado por su gente.
Volvamos al estadio. Maidana,
aunque recibió mucho castigo al cuerpo en los últimos asaltos, no se entregó
jamás, incluyendo en el décimo primer asalto, cuando ambos casi cayeron
rodando, luego de un amarre. La estadística marcará que Maidana fue el pegador
que más le pegó a Mayweather. Pero el corazón de los que estuvimos en el
estadio, o de aquellos que la siguieron por la televisión, dejará una marca más
allá de cualquier cifra numérica, será la marca de la emoción de una noche
fantástica, inolvidable y dramática.
Quedó flotando en la noche el
pedido directo de Maidana a Floyd por una revancha, que el propio Mayweather le
prometió al Chino, con una frase para redondear, "Siempre y cuando me
digan cuánto me van a pagar."
Si la palabra revancha fue el
cierre de la noche en el aspecto promocional y vaya que se la merece El
Chino-, hubo otra palabra que todos pronunciaron, y fue orgullo. El orgullo de
Maidana, por la forma en que peleó. Orgullo por aquellos que confiaron en él, y
que, cuando sonó la última campanada, sintieron la alegría y la satisfacción de
haberlo visto jugarse hasta la última gota de sangre y de aliento. Como un
Rocky de carne y hueso, El Chino enfrentó al mejor boxeador sin discusiones,
del boxeo mundial de los últimos años- y terminó de pie, peleando de igual a
igual, con los dientes apretados y el corazón abierto.
Qué más se le puede pedir a este
hombre que, perdiendo, ganó.
1 comentario:
Mayweather lleva siete años sin hacer un KO (no cuento la ignominia de Víctor Ortiz) No estaría mal que noqueara a alguien antes de retirarse invicto.
Eso, y enfrentarse al Filipino.
A día de hoy, es el norteaméricano el que no quiere enfrentarse a pacman. Por la razón que sea.
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