Por esto es que Timothy Bradley nunca se fajaba con los rivales. Y por esto es que el boxeo nunca deja de ser un deporte tan polémico. El campeón mundial de peso welter versión OMB conservó su corona por decisión unánime sobre el ruso Ruslan Provodnikov en la que desde ahora podría ser considerada la mejor pelea del año, la noche del sábado en el Home Depot Center. Bradley, que en la semana había hablado de mostrar un nuevo rostro y tratar de ser ahora un noqueador, sufrió dos caídas en la pelea, una que no fue contabilizada en el primer round y otra que sí fue efectiva en los segundos finales del dramático combate. Los jueces Jerry Cantu y Marty Denkin anotaron la pelea 114-113 y Raúl Caiz Sr. la tuvo 115-112. Las cosas hubieran sido distintas si la primera visita de Bradley a la lona en el primer asalto hubiera contado. Provodnikov le conectó varias derechas impresionantes al sacar ventaja de su mayor fuerza en los intercambios francos que rápido pusieron de pie a los espectadores. Eventualmente, el campeón cayó sin in golpe contundente de por medio pero a consecuencia de lo lastimado que se encontraba por la secuencia previa. El réferi Patrick Russell pareció aplicar el conteo de protección luego de la caída pero en realidad no lo hizo. Bradley, quien milagrosamente no sufrió el nocaut en los primeros dos asaltos, cuando sacó la peor parte de los intercambios contra su aguerrido oponente, se recuperó en el tercer asalto, al que salió muy agresivo para empezar a cambiar el rumbo del combate. La clave fue el cambio de estrategia, volviendo a ser el mismo Timothy Bradley de siempre, el que se mueve alrededor del ring, el que tira rápidas combinaciones en corto y que se preocupa por evitar los golpes de poder. A partir de entonces, el campeón controló la mayor parte de los rounds (terminó la noche con 1,000 golpes lanzados según CompuBox por 676 de su rival), aunque el peligro siempre estuvo latente. Para el séptimo asalto, el rostro de Provodnikov se mostraba desfigurado, especialmente su ojo y pómulo izquierdos. Muchos de los golpes fueron los típicos de Bradley, cacheteando el rostro del oponente.
El ruso cerró mejor la pelea ganando el round 11 en las boletas de dos de los jueces, y el espectacular round 12 con la caída de Bradley, quien dos veces pareció perder el balance por fuertes golpes de izquierda, antes de caer cerca de una esquina. La campana que puso fin al pleito sonó apenas después de que él superó la cuenta de protección. "Este tipo pega fuerte, es un gran guerrero", dijo Bradley (30-0) después de la pelea al referirse al sorprendente Provodnikov, que es entrenado por Freddie Roach. "Todos vieron lo que hice en el ring", dijo el retador en obvio disgusto, mientras buena parte del público en el estadio de tenis del Home Depot Center no dejaba de abuchear el resultado. "Él sintió mis golpes, yo no sentí los suyos". De acuerdo con las estadísticas, Bradley conectó el 35 por ciento de sus golpes lanzados, por un 32 por ciento de Provodnikov (22-2), quien no podía creer la decisión final. Bradley esperaba lucirse el sábado para buscar una pelea de mayor envergadura, tal vez contra el mexicano Juan Manuel Márquez, quien no hizo acto de presencia como el promotor Bob Arum había anunciado. El campeón sobrevivió en un pleito en el que tenía mucho que perder, pero al menos fue parte de una velada muy especial.
4 comentarios:
Bradley gano por desicion dividida y no unanimemente y aparte de eso todos lo vimos perder, casi me da un paro cardiaco del coraje que pase es una pena que siga pasando la misma mierda en el boxeo; seguira perdiendo credibilidad y desepcionando a los aficionados.
Por favor no sigan corronpiendo mas este exelente deporte.
"Darle al Cesar lo que es de Cesar"
DECISION UNANIME COMPAÑERO.
Judge: Raul Caiz Sr 115-112
Judge: Marty Denkin 114-113
Judge: Jerry Cantu 114-113
No es que fuera un robo escandaloso, pero la pelea no la ganó Bradley, si acaso un empate. Fue un poco bochornoso que el referee no hiciera un conteo en el primer asalto. Por muchos menos, se han parado combates. Bradley se equivocó con la estrategia y le salvó la campana por lo menos en dos ocasiones, por no decir que peleó groggui por momentos. Una revancha sería lo más justo. El ruso es muy bruto, pero pega, las toma y no es lento. Un hueso duro de roer pero un rival no muy complicado para alguien que realmente lo hubiera boxeado desde la distancia.
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