Johnny Tapia, penta campeón mundial de boxeo, cuya turbulenta carrera estuvo marcada por su adicción al alcohol, la depresión y problemas con la justicia fue hallado muerto el domingo por la noche en su residencia de Albuquerque, informó la policía. Tenía 45 años.
El vocero policial Robert Gibbs dijo que las autoridades fueron llamadas a la vivienda a las 7:45 de la noche del domingo.
Tapia ganó cinco campeonatos en tres clasificaciones de peso, obtuvo título mundial del peso gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), los títulos junio gallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), así como el cinturón del peso pluma de la FIB.
Sus seguidores siempre lo consideraron como el consumado desvalido. Mientras enfrentaba más problemas fuera del cuadrilátero, inclusive siete ingresos a la cárcel, los aficionados lo aclamaban más.
En una pelea en la década de 1990 contra un rival local de Albuquerque y ex campeón mundial Danny Romero, los simpatizantes de Tapia lo bautizaron como "Burque el mejor".
Pero su vida también estuvo marcada por la tragedia. Cuando tenía ocho años, su madre fue asesinada de 26 puñaladas con un destornillador.
En el 2007, fue hospitalizado por una aparente sobredosis de cocaína. Varios días después su cuñado y su sobrino murieron en un accidente automovilístico cuando se dirigían a visitarlo en Albuquerque.
Tapia, quien se apodaba "Mi vida Loca", fue proscrito de boxear por tres años y medio a principios de los 90 a causa de su adicción a la cocaína. Pero después ganó por nocaut a Henry Martínez y recobró el título gallo de la OMB en 1994, y ganó otros cuatro campeonatos en los siguientes ocho años.
Su última pelea fue en junio cuando ganó por puntos a Mauricio Pastrana en una decisión de ocho asaltos. Terminó con foja de 59-5-2.
Gibbs dijo que se le realizará una autopsia dentro de unos días.
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