sábado, 28 de abril de 2012

HOPKINS PRONOSTICA OTRO ÉXITO

Por Diego Morilla ESPNdeportes.com Predecir el resultado de una pelea es un arte que conlleva el análisis de muchos factores que no siempre son señales infalibles de ventajas para uno u otro rival. Y el caso de este próximo sábado es paradigmático en este aspecto. Porque si bien estamos hablando de un choque de peso semipesado entre dos campeones probados y de gran valor boxístico, lo que más resalta en el análisis previo de la revancha del combate de campeonato mundial entre Bernard Hopkins(52-5-2, 32 KOs) y Chad Dawson (30-1, 17 KOs) que tendrá lugar este próximo sábado 28 de abril en Atlantic City es la enorme disparidad en edad entre ambos púgiles, algo que a priori puede no pensarse como desfavorable para el más veterano de ellos, pero que a la luz de la experiencia reciente sería claramente un error de apreciación. "Hay algo que todos deben entender y saber: he estado acertado más veces que las que he estado equivocado", afirma Hopkins, de 47 años de edad, y poseedor del récord como el boxeador de mayor edad en agenciarse un campeonato mundial. "¿Cuántos reporteros pueden decir honestamente que estuvieron acertados más veces que las que estuvieron equivocados? Pero cuando hablan de mí, yo adivino mejor que los pronosticadores". “ He peleado con una larga lista de peleadores jóvenes, y nunca más los vi. Muchos se estrellaron contra un árbol. Otros trataron de reiniciar sus carreras. Y otros simplemente se cayeron del planeta tierra, en lo que respecta al boxeo. ” -- Bernard Hopkins sobre lo que le espera a Chad Dawson en la revancha. Hopkins, oriundo de la ciudad de Filadelfia (cercana a la sede de la pelea) y poseedor de 20 defensas de título mundial de peso mediano (récord en la división) no podría haber predicho semejante éxito en el comienzo de su carrera, luego de perder en su debut allá por 1988 tras una sentencia carcelaria durante la cual aprendió a boxear. Pero luego tuvo más que suficientes ocasiones para estar acertado, acumulando 52 victorias y permaneciendo en las listas de los mejores libra por libra durante largos períodos de tiempo. Pero ha sido su inaudita permanencia en los cuadriláteros a su tan avanzada edad lo que ha cimentado su legado y lo que lo transforma en una leyenda. Y Hopkins insiste en que todas esas virtudes, sumadas a su vida espartana de cuidados físicos intensos y su preparación siempre impecable, son las que lo llevarán a la victoria una vez más ante un rival que tenía apenas 5 años cuando Hopkins comenzaba su carrera profesional. Pero al parecer, eso no es un factor de análisis válido para Hopkins tampoco. "He peleado con una larga lista de peleadores jóvenes, y nunca más los vi", señala Hopkins. "Muchos se estrellaron contra un árbol. Otros trataron de reiniciar sus carreras. Y otros simplemente se cayeron del planeta tierra, en lo que respecta al boxeo". Dawson evitó que eso le suceda en su primer combate ante Hopkins, en octubre pasado, pero para lograrlo debió probar una táctica que resultó ser una mezcla de esas tres posibilidades mencionadas anteriormente. A falta de árbol sobre el ring, Dawson estrelló a Hopkins contra el piso en un momento de tontería y rabia, y casi lo hace caer fuera de ese planeta fascinante que es el ring. Pero en ese proceso le causó una lesión en el hombro que le provocó innumerables críticas y reprobaciones, y gracias a eso hoy se encuentra en la difícil posición de tratar de reiniciar su carrera tras ese oprobio. Pero Dawson se muestra excesivamente confiado, e incluso desafiante, ante esas justificadas críticas. "Lo que me pasa a mí es que no me importan los críticos", dice Dawson, luego del aluvión de cuestionamientos que siguieron a aquel combate, que inicialmente fue declarado en su favor debido a la imposibilidad de Hopkins de continuar peleando, pero que luego fue cambiado a resultado nulo. "Yo simplemente salgo y hago lo mejor que sé hacer. No todos los peleadores pueden tener una buena noche, ya sabes. Algunas veces tengo malas noches, algunas otras no tanto. Pero yo no escucho esas cosas, no escucho a los críticos, y no me importa lo que la gente piensa de mí".
Puede que eso sea cierto, pero las críticas se redoblarán sobre Dawson si es que no puede lograr un dominio total en lo boxístico y lo físico ante Hopkins en la revancha. Porque al hecho de que Hopkins le lleva casi 18 años de edad se suma la ventaja de altura y alcance que tendrá Dawson, sumado al hecho de que es zurdo y peleará ante un púgil que ha tenido problemas con peleadores de postura opuesta. "Joe Calzaghe era un gran peleador, pero Joe y yo somos peleadores diferentes", afirma Dawson, ante las comparaciones con el zurdo gran campeón de origen galés que se retiró invicto luego de vencer a Hopkins en 2008. "Ambos somos zurdos, pero Calzaghe usaba más su velocidad de manos. Yo uso velocidad, pero mis golpes tienen más significado. Mis golpes cuentan. Mis golpes duelen. Joe Calzaghe no pegaba tan duro, pero tiraba muchos golpes". La velocidad no es lo único que Dawson tiene a su favor. Su mayor alcance es un factor, pero a menudo ser el peleador con el mayor alcance no es suficiente. Hay muchas maneras de lograr que esa ventaja cuente para algo, y Dawson necesita hacer que la distancia cuente no solamente en espacios, sino también como herramienta efectiva en lo ofensivo y defensivo. Los golpes al cuerpo también deberían ser una prioridad para Dawson si es que realmente quiere ablandar a un Hopkins que, por bien que se conserve, seguramente tendrá mucho desgaste corporal tras tantos años de golpes, y así dejarlo listo para un nocaut tardío. El jab de Dawson es una gran arma ofensiva, pero sería fantástico si pudiese usarlo también como arma defensiva. Si él mantiene su jab de manera continua en el rostro de Hopkins durante todo el combate, él podría encontrar una barrera para las ambiciones de Hopkins de poder conectar sus golpes (especialmente su buen uppercut) con algún tipo de continuidad. Por su parte, Hopkins tendrá la chance de doblarle la apuesta a Dawson si toma un enfoque arriesgado y novedoso: pelearle a un zurdo haciendo todo lo que se supone erróneo de antemano. Si un peleador usa una postura ortodoxa, lo usual es que le adviertan que no lance un jab lento, no se quede parado frente a él, y evite su gancho derecho. Bueno, en esta ocasión, Hopkins podría obtener mejores resultados haciendo lo opuesto. Un jab intencionalmente lento y constante podría ayudar a que Dawson se mantenga más entretenido en defensa y se pase más tiempo buscando la manera de conectar sus golpes. Y mantenerse en un solo sitio podría atraer a Dawson para que se mueva más y así Hopkins pueda montar una ofensiva mucho más constante. Y si esto falla, Hopkins siempre puede recurrir a la experiencia, un aspecto en el que posiblemente sobrepase a cualquier boxeador activo. Como el decano del boxeo actual, Hopkins se acerca más y más al retiro cada vez que pisa un ring, pero con su enorme experiencia y su incuestionable deseo de triunfo se ha mantenido vivo en el boxeo durante un cuarto de siglo, rompiendo su propio récord con cada golpe que lanza. Él es perfectamente capaz de traducir esa pasión y esa concentración en un dominio mental total ante Dawson. Todo lo que debe hacer es aunar todas sus fuerzas para una última (o no, ¿quién lo sabe?) subida a la cima y así marcar otro hito en su ya legendaria carrera.

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