Juanma Leiva AS.com
Al grito de "campeón, campeón" fue recibido ayer Gabriel Campillo a su llegada a Madrid procedente de Corpus Christi, Texas (EE UU), donde el pasado sábado sólo una incomprensible decisión de los jueces le privó de volver a ser campeón mundial del semipesado tras ser mejor que el aún portador del cinturón de la Federación, Tavoris Cloud. Pero no sólo familiares, amigos y aficionados son de esa opinión. Reputados exboxeadores como De la Hoya, potenciales rivales como Hopkins, comentaristas, árbitros, analistas de medios estadounidenses y el público asistente, con sus abucheos, denunciaron la injusticia.
Conversación.
Hasta el archiconocido Don King, promotor de Cloud, se confesó a Sampson Lewkowicz, que dirige al madrileño, según cuentan testigos directos. El organizador de eventos históricos como The Thrilla in Manila (Ali-Frazier) o Rumble in the Jungle (Ali-Foreman) coincidió con Lewkovicz y parte de la expedición española a la mañana siguiente al combate. King se dirigió a Lekwovicz y, según Óscar Sánchez, miembro del equipo del madrileño que estaba presente y fotografió el momento, le dijo: "¿Qué queréis que os diga? Ganó Campillo. No estoy ciego. Pero nunca, jamás, voy a decir nada públicamente en contra de mis boxeadores".
Para Campillo esto no es más que una confirmación de su buen combate: "¿Decepcionado? No, estoy contento. Después del disgusto, he reflexionado y veo la parte positiva. Fui mejor y todo el mundo lo vio".
Futuro. "Ahora descansaré con la familia (su mujer e hijas le recibieron orgullosas), que las he echado mucho de menos, y para el futuro estoy preparado para lo que sea. Creo que la polémica del robo me ha hecho más famoso en EE UU de lo que sería de haber ganado", asegura Campillo. Sánchez lo ratifica: "Llegó al American Bank Center de Corpus Christi pasando desapercibido y se fue aplaudido y felicitado por todo el mundo. Triunfó". Campillo no lo duda: "Este no es el final, sino el principio de mi carrera allí". Con justicia, así debería ser.
1 comentario:
Campillo ganó de calle, incluso con florituras. Tiene un gran problema: le atracan y no tiene con qué defenderse, porque con una buena pegada, entre los muchos golpes que suele lanzar y conectar, más de uno debería ser para KO en su categoría.
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