sábado, 3 de diciembre de 2011
ODIO MUTUO ENTRE COTTO Y MARGARITO
ESPN.com
Son parte del folclore boxístico, pero rara vez en un tono tan altisonante. Son casi parte del paisaje de cada día, conforman un grupo de clichés y lugares comunes casi arrastrados a la trivialidad después de ser mencionados tan asiduamente. Pero a menudo alcanzan resonancias inusuales, y se nutren de las páginas más oscuras y ocultas de los diccionarios. Y en casos excepcionales, se pueblan de palabras que no deberían ser pronunciadas con semejante ligereza, o que bien podrían reservarse para rencores dignos de mejor causa.
"Abran paso al criminal, aquí llegó el criminal", vociferó Antonio Margarito, retador al título de peso mediano Jr. en manos de Miguel Cotto, a la hora de prodigarle a su oponente la ya consuetudinaria letanía de insultos mutuos a la que nos referimos, esta vez para presentarlo mientras éste subía al podio durante la conferencia previa al choque que ambos sostendrán en el Madison Square Garden de Nueva York este sábado (HBO Pay-Per-View, 9 p.m. ET / 6 p.m. PT), y en el que la faja en juego será apenas un souvenir glorificado de un logro aún más importante: la declaración final de superioridad entre dos boxeadores que se odian entre sí, y que no dejan de ofrecerse motivos para aumentar ese odio que se profesan en cada ocasión que encuentran.
La más reciente fue la conferencia de prensa ya mencionada, pero estuvo lejos de ser la más notoria. En los días previos al combate, Cotto y Margarito se enfrentaron en un mano a mano verbal con la presencia del anfitrión Max Kellerman, para filmar un video de promoción de la pelea. El video cumplió su función con creces, transformándose rápidamente en uno de los videos con mayor audiencia de todos los que han compuesto esta serie por el alto octanaje de la disputa verbal entre ambos púgiles. Y de ahí en más, la temperatura entre ambos no dejó de subir.
"Bueno, si alguien atenta contra tu salud o contra tu vida con un arma, como son los yesos en tus manos, ¿tú piensas que eso es legal? ¿Eso es ser una persona limpia?", respondió con inusual animosidad Cotto ante la pregunta sobre la validez de la palabra más fuerte usada durante todo este proceso, que no es otra que "criminal", y que fue mencionada por Cotto como adjetivo peyorativo hacia su oponente en el primer capítulo de la serie/reality 24/7 de HBO. "Es algo que no se pregunta porque hay pruebas, es algo que yo lo vengo diciendo: yo no llamo criminal a alguien simplemente por decir algo. Lo digo porque es así", asevera Cotto, refiriéndose al posible uso de una sustancia similar al yeso en los guantes de Margarito en el primer combate entre ambos, realizado hace tres años y con un resultado adverso para el puertorriqueño.
A pesar de que al mexicano Margarito nunca se le descubrieron almohadillas de yeso después de un combate sino que se solamente lo atraparon a su entrenador Javier Capetillo intentando aplicarle esos adminículos en sus guantes con anterioridad a su pelea con Shane Mosley (que se terminó llevando a cabo y que terminó en derrota para Margarito), es de notar que el daño producido en el rostro de Cotto durante ese combate, así como el que sufrieron otros rivales de Margarito como Kermit Cintrón y Sebastián Luján (quien terminó con una de sus orejas cortada transversalmente en dos, una herida que requeriría herramientas de cirugía para concretarse y que Margarito produjo solamente con golpes de un guante de cuero) da pie a sospechas que no dejan de tener su fundamento.
Y Cotto se ha aferrado a esta hipótesis para construir su animosidad personal ante Margarito, el púgil responsable por la primera derrota de su historial personal y la más humillante hasta hoy. Porque a pesar de que su choque ante Manny Pacquiao fue detenido en el último asalto en un emotivo pleito en noviembre del 2009, el boricua tuvo que poner fin voluntariamente al choque con Margarito luego de sufrir una intensa golpiza en el 11er asalto y declararse vencido al ponerse sobre una rodilla en las lonas y recibir el conteo completo. Esa deshonra, aunada con los interrogantes aún latentes sobre el posible uso de vendajes adulterados, es lo que mueve al usualmente lacónico Cotto a expresarse en términos cada vez más duros con respecto a su oponente.
“ Bueno, si alguien atenta contra tu salud o contra tu vida con un arma, como son los yesos en tus manos, ¿tú piensas que eso es legal? ¿Eso es ser una persona limpia? ” -- Miguel Cotto respondiendo a Antonio Margarito
"Eres como un niño. Eres una vergüenza para el boxeo", lanzó Cotto durante su turno al podio en la conferencia de prensa. "Te voy a abofetear como a una niña". Margarito desestimó esa posibilidad con comentarios igual de pintorescos. "Él pega como una niña. Hay peleadores de peso súper mosca que pegan más duro. Él nunca me va a derrotar".
Como en toda revancha, los análisis sobre la posibilidad de que un boxeador derrote al otro cuentan con antecedentes inmediatos y palpables a la hora de realizar un pronóstico. En aquel primer choque del ya lejano 26 de julio del 2008, Cotto y Margarito se turnaron para tomar el control de un choque que perteneció al boricua en los primeros episodios gracias a un uso más efectivo del jab, pero que luego se volcó a un control mucho más claro de Margarito gracias a una cantidad más alta de golpes de potencia, que fueron los que a la postre le causaron a Cotto su primer caída en el profesionalismo.
Pero así como el combate inicial entre ambos es la medida principal de sus debilidades y fortalezas comparadas entre sí, el tiempo que ha transcurrido entre ambos pleitos aporta datos que ese combate no logra plasmar en los papeles. El ejemplo más importante es lo ocurrido en las peleas protagonizadas por ambos en los tres años transcurridos entre sus enfrentamientos mutuos. Porque mientras que Margarito sufrió una inapelable derrota por nocaut y una de las palizas más terribles y unilaterales en memoria reciente (ante Shane Mosley y Manny Pacquiao respectivamente), Cotto se las arregló para imponerse en cuatro combates y alzarse con dos títulos mundiales para compensar su única derrota en cinco salidas durante ese mismo término (ante Pacquiao). A priori, las señales apuntan a una mejor oportunidad de triunfo para Cotto, y eso sin sumarle el factor de de odio personal que claramente favorece al boricua por ser la parte humillada en este choque de ofensas.
Pero ninguna de estas suposiciones hace mella en el orgullo de un Margarito que, quizás demasiado confiado en sí mismo o quizás convencido interiormente de que su ventaja sobre Cotto no depende de las tácticas sucias que se le adjudican, se manifiesta constantemente más convenció que nunca de su ventaja para este definitorio choque del sábado. "Cuando él sienta mi primer golpe él va a estar en verdaderos problemas. Yo conozco el estilo de Cotto, y es perfecto para mí. Él se queda parado enfrente mío. Yo soy un peleador de presión. Eso es lo que yo mejor hago y eso es lo que voy a hacer el sábado".
Cotto, en su usual economía de palabras, concordó con esa idea, prometiendo implícitamente que este segundo combate, lejos de ser el segundo paso de una trilogía, será el final demorado de una intensa y ardua pelea de 24 asaltos en la que él se vislumbra ganador. "Vamos a llegar y vamos a seguir haciendo la pelea que dejamos hace tres años atrás, pero con un final muy diferente", aseguró el boricua.
Muchas de las variables de análisis le dan la razón. Pero va a ser interesante ver cómo lo logra, y qué otras (y quizás nuevas) emociones se destilan entre ambos púgiles durante lo que se anticipa como¨uno de los combates de mayor carga emotiva de los últimos tiempos, y un seguro candidato a pelea del año desde el primer campanazo.
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