JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.
Me encanta vuestra participación en este blog con motivo de la controversia en torno a si los Klistschko están entre los mejores pesos pesados de la historia o solo son dos buenos boxeadores entre una pléyade de mediocres. Valoro y aprendo de cada una de vuestra opiniones. Pero, mirad, mi padre (q.e.p.d.) me levantó cuando yo tenía 9 años para mirar por TVE el llamado por vez primera COMBATE DEL SIGLO es decir, Ali vs. Frazier de 1971. Aquel combate lo he visto medio centenar de veces, y no me canso de verlo. Tiene absolutamente de todo. Estilos contrapuestos, técnica, golpes dañinos como el crochet de izquierda de Frazier en el asalto 14, que puso boca arriba a Ali. El tercero de la serie es el mejor combate de pesos pesados que he visto en mi vida. No se cansa uno de mirarlo. Tiene tantos recovecos...Qué decir de las demostraciones de Cassius Clay en sus comienzos, antes de la sanción de 3 años sin combatir. Eran lecciones de boxeo. Nunca un tipo de 1,91 metros se movió así por un ring, golpeando con esa dureza. Y qué decir de las dos palizas que le endosó George Foreman a Joe Frazier. Y aquellas inolvidables veladas de los ochenta, cuando Mike Tyson nos tenía obnubilados, hasta que llegó Buster Douglas en una noche japonesa. Y después Riddick Bowe, excepcional a pesar de su indolencia. Y el superpofesional por excelencia, Evander Holyfield, antes y después del mordisco. Y del último grande: Lennox Lewis. No tenía sangre, pero le sobraba cuerpo, estilo y calidad. Hasta había sorpresas en el boxeo, fíjense, como en todos los deportes. Y no habléis, por favor, de que echamos de menos a los americanos. ¡Claro que les echamos de menos! Son los reyes históricos de este deporte. Pero Manny Pacquiao, que yo sepa, es filipino, y reina en nuestro deporte en este tiempo. Como Nonito Donaire, o el gran y admirado Juan Manuel Márquez, que ha protagonizado varios de los mejores combates de la última década. Y de los americanos de la actualidad, me aburre soberanamente Andre Ward, a pesar de su solidez y de su invicto. Y Brundage, Cloud, Judah y la mayoría de sus campeones me parecen cortados por el mismo patrón. Buenos defensivamente, pero con menos repertorio en ataque que un advenedizo. Roy Jones fue muy bueno, como Oscar de la Hoya, a pesar de sus detractores. Es indicutible que, además, tenían eso que se tiene o no se tiene: carisma. Bernard Hopkins es otra cosa, hace años no me gustaba, aunque le valoraba como un buen campeón, pero desde que venció a Pavlik es otro. Ahora hasta da gusto de verlo boxear. El único americano que me entusiasma es Mayweather, y ya he explicado en este blog hasta la saciedad los porqués. Víctor Ortiz me parece que tiene mandíbula de cristal. Bradley no termina de cuajar y con Devon Alexander me he llevado una buena desilusión. De los dos hermanos Klitschko tengo infinidad de peleas en DVD ...y la verdad no me apetece, salvo alguna excepción, mirar ninguna de sus peleas. En fin, que con todos los respetos para los seguidores de este blog, a los que agradezco su participación, y para los comentaristas que opinan que Wladimir está entre los grandes de todos los tiempos, solo diré que no puedo estar de acuerdo. Para gustos, hay colores, ya saben. Un abrazo.
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