martes, 22 de marzo de 2011

"MARAVILLA" MARTÍNEZ:"BOXEARÉ EN AGOSTO CONTRA PETER MANFREDO JR. Y DESPUÉS CONTRA MAYWEATHER"



Nicolás Samuilov

El campeón medio emérito y diamante del Consejo Mundial de Boxeo, el argentino Sergio “Maravilla” Martínez, quien el pasado sábado 12 de marzo, venció categóricamente al ucraniano Serhiy Dzinziruk, por nocaut técnico en el octavo asalto, en el Foxwoods Resort de Mashantucket, Connecticut, Estados Unidos, ya se encuentra pensando en sus futuros desafíos, para seguir escalando en lo que tanto lo obsesiona: el ranking mundial libra por libra.
Para ello, y luego de su brillante actuación ante el por entonces invicto campeón mundial súper welter de la Organización Mundial de Boxeo, se anunció que el bonaerense estaría reapareciendo el próximo 9 de julio, ante un rival a confirmar, y televisado nuevamente por la cadena HBO. Sin embargo, el propio quilmeño fue quien informó la modificación en la fecha.
“Aún no es oficial, pero yo ya lo sé. No voy a pelear el 9 de julio. Sí voy a hacerlo en agosto. Sería la primera o la segunda semana de agosto”, afirmó “Maravilla”, durante una comunicación telefónica mantenida en la noche del domingo en el programa radial “ Ring Side en el Aire”, que conduce Carlos Irusta, por Radio La Red, de Buenos Aires, Argentina.
Luego de estar hasta el sábado en México -donde brindó charlas motivacionales en colegios, participó en campañas benéficas y asistió al reconocido torneo “Cinturón de Oro”-, y previo a su partida del lunes hacia Madrid, donde permanecerá por dos semanas, de paso en Oxnard, California, Martínez (47-2-2, 26 KOs) dio precisiones acerca de quién, hasta el momento, sería su adversario: “En teoría, ya tengo un rival. Pero esto se puede cambiar, incluso tres o cuatro veces. Hasta ahora, y está casi confirmado de palabra, sería Peter Manfredo Jr.” (NdR: estadounidense, de 30 años, apodado “The Pride Of Providence”, y con marca de 37-6, 20 KOs).
“El escenario no está definido, pero imagino sería dentro de Estados Unidos -continuó-. Me hubiese encantado que fuera en México. Tengo mucha afición allí, y se podría haber aprovechado. Pero imagino que será en Estados Unidos, más aún teniendo en cuenta la televisación de HBO. Me nombraron opciones como Atlantic City, que es como mi segunda casa, dado que allí hice varias de mis peleas más importantes (NdR: los dos ante Paul Williams y la victoria frente a Kelly Pavlik); Las Vegas; el mismo sitio en Mashantucket, Connecticut, donde fue la última; o incluso California. Así que me dijeron tanto que es como si no me hubiesen dicho nada”.
Asimismo, quien supo ser doble monarca ecuménico al reinar en las divisiones súper welter y mediano, recordó los momentos de mayor tensión de su último combate, donde luego de haber sido amplio dominador en los seis rounds iniciales, sufrió un corte sobre el ojo izquierdo en el séptimo, que le dificultó su visión, previo a la definición.
[En el descanso tras el séptimo capítulo] “Sentí que el corte era grande y la sangre caía sobre mi ojo. Empecé el octavo y no veía nada con el izquierdo, sólo con el derecho. Se me cruzó por la cabeza que el árbitro, o el médico podía llegar a pararla. Por eso salí a presionar y a liquidarlo”, explicó el quilmeño, quien además agregó: “Salí a buscarlo, a buscar su error, a provocarlo, para luego aprovechar. El séptimo me lo ganó bien. Fue el único. Me golpeó y me cortó, pero supe que eso era todo lo que tenía. Y en el octavo salí a liquidarlo. Yo sabía que lo podía liquidar, y él también lo sabía”.


De todas formas, la herida no fue lo grave que se pensaba. Una vez en el vestuario, tuvo un feliz desenlace. [El corte] “No fue muy profundo. Por eso, no llegaron a ponerme puntos de sutura. Simplemente me pegaron con un pegamento sintético”, relató el vencedor.
A esta altura de su carrera, si bien siempre remarca su deseo por reconquistar la corona que perdiera en “negociaciones” ajenas a él, Martínez reconoce que forma parte de un selecto grupo de púgiles cuya trascendencia en cada presentación, va más allá de la existencia o no un cinturón en juego.
“Llega un momento en la carrera de unos pocos boxeadores, donde creo tengo la dicha de estar, que, por más que haya o no un título en juego, la bolsa es muy grande, despierta mucho interés y lo ve mucha gente”, expresó.
Hoy, tras haber sido exitoso en el extranjero, quien dejara su Quilmes natal en febrero de 2002 sin apoyo alguno, para radicarse en España, ha comenzado a obtener -tardíamente- algo del reconocimiento que merece en su país. Sin embargo, esta situación no es algo que lo moleste, sino un incentivo más.
“Comprendo lo que pasa. Vivo lejos desde hace diez años, y es comprensible. Salí de Argentina con récord de 24-1-1. Afortunadamente hice las maletas a tiempo. Dejé el país en el momento indicado. Es lógico que haya pasado eso. Me lo tomo con mucha calma. Va a llegar el momento en que mi nombre sea aún más reconocido”, sentenció.
Por otro lado, “Maravilla” se refirió a la actualidad de quien es considerado para prácticamente todo el ambiente del boxeo -él incluido- el número uno del ranking peso por peso, donde él añora estar: el filipino Manny Pacquiao. Más allá de admitir sus cualidades y logros que lo llevaron a esa posición, se mostró algo crítico respecto a sus oponentes.
“Analicemos a sus rivales -puntualizó-. Ahora va a pelear con Shane Mosley, que no es el mismo que hace cinco años. Antes, enfrentó a [Antonio] Margarito, que era casi un ex boxeador. Con todo respeto, llegaba de casi un año sin boxear, con la sanción que sabemos, por los vendajes, y de ser muy castigado por Mosley, quien lo dejó en evidencia. Y antes, combatió con [Joshua] Clottey, que saca sólo tres manos por round, y no aspira a ganar. Previo a ello, el último adversario complicado que tuvo fue Juan Manuel Márquez, ante quien empató una y ganó otra ajustadamente. A mi entender, cuando empató, si Márquez no hubiese caído tres veces en el primer round, hubiese ganado el combate”.
“De todas formas -prosiguió Martínez-, Pacquiao es el número uno libra por libra. Me parece que es justo que lo sea, y lo respeto. Pero sube de categoría y boxea con esta clase de rivales. Así, yo también gano. Igual, repito, hoy él es el número uno. Es justo. Pero también, Pacquiao es un gran negocio”.
Además del filipino, con quien también se dirime los primeros tres lugares del escalafón de todos los pesos es con el estadounidense Floyd Mayweather Jr. “Maravilla” desea firmemente enfrentar a ambos, para dejar en claro quién es el mejor. No obstante, es optimista en que un esperado enfrentamiento se concrete sólo ante uno de los dos, al igual que señaló su asesor, Sampson Lewkowicz, tras su triunfo frente a Dzinziruk.

“Con Mayweather puede darse en noviembre. Si soluciona algunos problemas legales y demás asuntos que tiene. Y sino, podría darse en marzo. Es muy probable que se dé”, manifestó, esperanzado.
Pero respecto al choque frente al “Pacman”, si bien aún no cierra las puertas, fue contundente: “Con Pacquiao está casi descartado. Él dijo que si no bajaba a menos de 150 libras, no se hacía. También lo dijo Freddie Roach (NdR: entrenador del filipino). Yo no puedo dar ese peso. Si bien se habló algo extraoficialmente, [un duelo entre ambos] no es posible. Hasta lo dijo Bob Arum”.

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