lunes, 31 de enero de 2011

UN FIASCO DE CAMPEONATO


JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.

Noche de expectación, noche de decepción. El viejo comentarista Larry Merchant de HBO decía segundos antes de comenzar la pelea entre dos de los campeones del peso superligero Timothy Bradley y Devon Alexander que era el mejor combate posible del boxeo actual, salvo el esperado Pacquiao vs. Mayweather. Servidor también lo creía. El resultado: un bluff, un fiasco, uno de los combates más aburridos de los últimos tiempos. Deslucido, desordenado, no cabe atribuir estos rasgos negativos del combate a que uno fuera zurdo (Alexander) y el oponente diestro (Bradley). Cientos de veces hemos visto peleas atractivas en ese choque de estilos. Pero la pelea fue desordenada con un Bradley mucho más agresivo y atacante ante un Alexander que amén de timorato y excesivamente reservón, comenzó a recibir embestidas con la cabeza de su compatriota ya en el tercer asalto. A mitad de pelea, esta mejoró, con un par de asaltos en los que Alexander recordó por momentos al hombre que con 23 años ha vencido y convencido ante rivales como Witter o Urango. Pero fue un espejismo. Más de lo mismo, ante el silencio casi sepulcral de los más de 6.200 espectadores que acudieron al Silverdome de Pontiac, Michigan. El "remate" a tamaño desatino de lucha llegó en el décimo round, con otro cabezazo de Bradley al ojo "bueno" de Alexander.

Este comenzó a realizar gestos de no poder superar un fuerte escozor y el médico terminó por parar la pelea. Por cierto, el árbitro Frank Garza ni amonestó ni restó ningún punto a Bradley por sus embestidas. Se llegó a la decisión técnica, y las cartulinas evidenciaron que en el país de los ciegos, el "tuerto" Timothy Bradley había puesto más empeño (97-93, 96-95 y 98-93).
No tenemos la más mínima duda que en el futuro que estos dos jóvenes peleadores volverán a lucirse en el futuro en un cuadrilátero, pero el pasado sábado dejaron helados a los millones de aficionados que esperábamos algo épico o inolvidable. Fue sencillamente horrible.

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