viernes, 1 de octubre de 2010
DiBella no merece críticas de Malignaggi
Dan Rafael
La buena noticia de esta semana según la cual el ex titular del peso welter junior, Paulie Malignaggi, firmo con Golden Boy no es algo que me haya sorprendido. Después de todo, dos semanas atrás ya había escrito acerca de esta posibilidad. Un par de días después, hablé con Malignaggi acerca de este tema cuando nos vimos en Los Angeles -- en donde se iba a encontrar con los funcionarios de su compañía -- para la pelea Shane Mosley-Sergio Mora.
Lo que sí me sorprendió fue el ataque gratuito de Malignaggi hacia su ex promotor, Lou DiBella, tras la firma.
Conozco a Malignaggi desde antes de que se convirtiera en profesional en el 2001. Lo he entrevistado en innumerables ocasiones. Siempre me ha gustado estar cerca de él. Conoció a mi esposa. Me agrada. Pero creo que está totalmente equivocado al atacar DiBella. Malignaggi fue mezquino e ingrato en su condena a DiBella quien durante diez años ha orientado su carrera.
Cuando hablé con Malignaggi después de haber firmado con Golden Boy, usó el recurso del libro de jugadas de Floyd Mayweather, en referencia al acuerdo que tenía con DiBella como un "contrato de esclavitud". (Yo soy un firme creyente de que los promotores tienen derecho a ganar dinero también, aunque muchos de los combatientes parecen olvidar eso).
Malignaggi se quejó del reparto de los ingresos en su contrato con DiBella, quien se llevaba el 25 de por ciento (el nuevo contrato de Malignaggi con Golden Boy es por el 20 por ciento), a pesar de que DiBella jura que no se recibió un beneficio con Malignaggi hasta cerca de siete años después de firmar. Malignaggi también se quejó de que tuvo que pagarle a DiBella 75.000 dólares -- un precio razonable teniendo en cuenta el tiempo que quedaba en el contrato -- para comprar su salida después de su derrota despareja ante Amir Khan en mayo.
Malignaggi siguió destrozando a DiBella, diciendo cosas como: " Lou nunca me promocionó de la manera correcta" y "él debería estar agradecido conmigo por el dinero que ganó por pegarse a mí durante todos estos años".
Malignaggi dijo que cuando ganó el título de las 140 libras contra Lovemore N'Dou en el 2007, "nadie ni siquiera sabía que estaba luchando por un título porque Lou no había promocionado la pelea, como debería haberlo hecho".
Malignaggi arremetió contra DiBella por no protegerlo en una pelea del 2006 con Miguel Cotto por el pequeño tamaño del ring y la hora del pesaje, así como por no conseguir árbitros neutrales para su primera pelea con Juan Díaz en Houston en el 2007.
Tengo la sensación de que si hubiera podido, Malignaggi hubiese culpado a DiBella por el mal tiempo y la economía en crisis.
Llegó a tal punto que dejé de tomar notas sobre sus quejas. Ahora bien, DiBella es un hombre grande y no necesita ser defendido, pero he quedado consternado por la visión desviada de la realidad de parte de Malignaggi.
Mi opinión es que DiBella hizo un trabajo del Salón de la Fama para Malignaggi contra todo pronóstico. DiBella tomó un chico desde el primer día de su carrera profesional --que no tenía un golpe potente y un estilo no muy atractivo para la televisión -- y lo llevó no sólo a un título mundial, sino a numerosas apariciones en cadenas premium con carteras con las que recaudó por lo menos algunos millones de dólares.
Peleó por HBO en seis ocasiones, defendió su título en las series top de Showtime y también tuvo apariciones en la serie de Showtime "ShoBox."
Mucho de esto fue a causa de DiBella. Después de que Malignaggi perdió ante Cotto, de una manera brutal, DiBella hizo que HBO sumara a Malignaggi en el evento principal "Boxing After Dark" contra Edner Cherry en su siguiente pelea. Eso fue impresionante.
Después de que Malignaggi ganó su título ante N'Dou por HBO y la cadena no mostró ningún interés en su primera defensa contra Herman Ngoudjo, DiBella convenció a Showtime para comprar la pelea. Después de eso, DiBella le consiguió a Malignaggi la pelea más importante de su vida contra el entonces campeón, Ricky Hatton. No fue culpa de DiBella que Malignaggi haya sido superado y detenido en la ronda 11. Por lo menos, Malignaggi no culpó a DiBella por la derrota. Culpó al entrenador, Buddy McGirt, a quien despidió y luego basureó por todas partes. En los últimos años Malignaggi también ha despedido a otros miembros de su equipo, incluidos enfrenadores, asesores y abogados, cuando no le ha gustado lo que le han tenido que decir.
Después de la polémica derrota de Malignaggi ante Díaz, DiBella fue quien hizo que la revancha suceda. Llamó a los miembros de los medios de comunicación para hacer campaña por la revancha y, básicamente, acampó en la oficina de Kery Davis de HBO para convencerlo de que comprase la secuela. Eso lo llevó a la oportunidad por el título contra Khan, una pelea en la que Malignaggi fue superado de nuevo.
Cuando le contaron sobre los comentarios despectivos de Malignaggi, DiBella se sintió decepcionado porque, incluso después de todos estos años en el negocio, todavía se encariña con los boxeadores. Él debería saber cómo es esto, pero no puede evitarlo.
Sorpresivamente, DiBella, quien a veces puede ser una de las personalidades más volcánicas en el planeta, no se molestó en salir a hablar mal de Malignaggi. En su lugar, dijo, varias veces, que siempre pensó en Malignaggi "como un miembro de mi familia, así quería a este muchacho".
Luego, su voz se apagó.
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