Juanma Leiva As.com
Tras 72 combates y 21 años de boxeo profesional en sus puños, Castillejo tiene una nueva vida dirigiendo su gimnasio de Parla. Sigue subiéndose a los rings, pero ahora sólo para trasladar su pasión por el que llama "noble arte del boxeo".
Tras veintiún años en los que el Lince de Parla promocionó el nombre de su pueblo por lugares tan glamourosos como Las Vegas, Castillejo ha encontrado tras la retirada un sitio entre su gente. Y como mejor sabe: boxeando. Pero ahora no lo hace por títulos mundiales ante De la Hoya y compañía, sino en el ring de su propio gimnasio con orgullosos paisanos amantes del boxeo que intentan empaparse de las enseñanzas que transmite el mejor púgil español de todos los tiempos. "Intento mostrar los valores que he aprendido en este noble deporte", comenta.
Fue en el pasado mes de noviembre cuando el parleño, con los ahorros de su laureada carrera, abrió el Gimnasio Javier Castillejo en la calle Turín de la localidad madrileña que le vio convertirse en una estrella. Un complejo de 600 metros cuadrados que rivaliza entre los mejores gimnasios de nuestro país y que incluso varias series de televisión han aprovechado para rodar en tan magníficas instalaciones. Pero la modernidad de sus servicios contrasta con la historia que transmiten los adornos de unas paredes, donde, de un vistazo, se puede viajar por la trayectoria del púgil. Llama la atención el cartel del combate con De la Hoya en Las Vegas, en el que aparecen de esmoquin. "Parece que íbamos a rodar una película", bromea.
En apenas cinco meses el gimnasio tiene alrededor de 200 alumnos de todas las edades, desde gente preparando oposiciones a niños que boxean sin contacto, y, sobre todo, aficionados que no quieren perder esta oportunidad. "Lo leí y no me lo podía creer", comenta un parleño en su primer día. "Me gusta boxear y el Lince es mi ídolo. Sólo podía en Madrid. ¡Ahora no sólo puedo en mi pueblo, sino con mi referente de maestro!".
Dedicación.
Castillejo pasa 12 horas al día de lunes a sábado en el gimnasio ("más tiempo que en casa") aunque disfruta con su nueva faceta: "Me encanta que vengan jóvenes interesándose por el boxeo. Desgraciadamente este deporte está asociado en España a una mala imagen, ¡como si el que boxea fuese un delincuente! Yo enseño la nobleza de este deporte".
No descarta tutelar a algún futuro talento: "Sería una nueva faceta interesante". Porque, aunque su familia y su gimnasio ahora ocupan su vida, "siempre queda una espinita". De repente vuelve a bromear señalando los carteles de sus triunfos: "¿Os imagináis? Castillejo recupera el título mundial a los 42 años". Si vemos la planta que conserva, nadie duda de que tendría posibilidades, pero si observamos su palmarés (8 Mundiales y 6 Europeos), sabemos que si alguien no tiene que demostrar nada más, es él.
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