sábado, 7 de marzo de 2009

Ser campeones de boxeo: El pasaporte para la libertad


EFE.

Los internos de la prisión de Thonburi, situada en las afueras de la capital tailandesa, han encontrado en el boxeo no sólo una puerta hacia la libertad sino también el billete para los Juegos Olímpicos de 2012.
Bajo un inclemente calor tropical, cerca de un centenar de prisioneros condenados por delitos relacionados con las drogas, robo o asesinato se entrenan en el ring de la cárcel, bajo la atenta mirada de los guardas y resguardados por altos muros de hormigón coronados con alambre de espino.
Tras la senda de Amnat Ruenroeng
El sueño de todos ellos es emular a su ídolo Amnat Ruenroeng, un ex convicto tailandés que ganó la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Boxeo Amateur de 2007, celebrado en la ciudad estadounidense de Chicago, y llegó los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Pekín.
Ruenroeng, sentenciado en 2005 a 15 años de cárcel por varios delitos de robo a mano armada, comenzó a entrenarse en el ring de la prisión, donde demostró sus habilidades para este deporte.
Cuando apenas había cumplido dos años de su condena, las autoridades penitenciarias le concedieron la libertad condicional después de ganar un campeonato nacional en la categoría de los pesos pluma.
El duro día a día
Los internos se levantan todos los días de madrugada y tienen su primer entrenamiento entre las seis y las nueve; tras un descanso para almorzar, continúan con los ejercicios y los combates entre las dos y las cuatro de la tarde.
Este duro entrenamiento significa un privilegio frente a la rutina carcelaria del resto de los prisioneros, que pasan la mayor parte del tiempo en las celdas o realizando trabajos en la cocina o en el patio.
Para el director de la prisión de Thonburi, Preeda Nilsiri, "los prisioneros están entrenando para obtener la libertad y ser campeones, para lo que recibirán la ayuda del centro", porque así contribuyen a su rehabilitación.

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