lunes, 11 de agosto de 2008
LO QUE PASA ALREDEDOR DEL RING, DE DAN RAFAEL, DE ESPN.
Hopkins ahora es una persona amigable?
Bernard Hopkins ha cambiado.
Durante años, el ex campeón del peso mediano y del peso pesado ligero le faltó el respeto a sus oponentes cuando promocionaba sus peleas. Ya sea "dándole de comer por última vez" a su oponente durante una conferencia, arrojando al piso la bandera de Puerto Rico en más de una oportunidad antes de enfrentar a Félix Trinidad, causando furor al insistir que "Nunca iba a perder ante un hombre blanco", antes de la pelea con Joe Calzagh, o instigando un altercado con Winky Wright durante el día del pesaje. Lo cierto es que insultando y amenazando a sus oponentes, Hopkins siempre ha encontrado la manera de mantener arriba el nivel de ira antes de una pelea.
De modo que nos sorprendió encontrarnos con un Executioner amable cuando esta semana se promocionó la pelea en el peso mediano que hará con el campeón, Kelly The Ghost Pavlik, quien subirá 10 libras para enfrentar a Hopkins en las 170 libras, el 18 de octubre (por HBO PPV) en el Boardwalk Hall de Atlantic City, N.J.
"No tengo nada malo que decir de él", dijo Hopkins.
¿Qué?
"Soy fanático de Kelly Pavlik", agregó Hopkins.
Bueno, entonces...
Sin importar si es que Hopkins (48-5-1, 32 KOs) está tratando de agarrar a Pavlik (34-0, 30 KOs) con las defensas bajas o si en verdad le agrada, Hopkins dijo que se convirtió en su fanático cuando lo vio enfrentar a Edison Miranda en siete brutales rondas en mayo de 2007, durante la eliminatoria por el título.
Kelly Pavlik sólo se enfoca en la pelea, no en la charla
En su siguiente pelea, Pavlik se levantó del piso para derrotar a Jermain Taylor --quien superó dos veces a Hopkins tras decisiones controvertidas-- para ganar el título en el peso mediano.
Antes de la pelea Pavlik-Miranda, Hopkins había hablado bien de Miranda, al decir que él era el próximo gran representante de la división.
"Pensé que iba a derrotar a Pavlik, pero tras esa pelea me convertí en fanático de Pavlik", dijo Hopkins. "Él es quien deberá seguir con el legado que dejaré yo en la división del peso mediano. Debo aclarar algo sobre esta pelea: soy fanático de Kelly Pavlik. Y lo soy no sólo porque haya derrotado a Jermain Taylor en dos oportunidades. Se ganó el título de manera limpia, no fue gracias a ningún favor, por cuestiones políticas o porque se suponía que debía ser el próximo gran campeón. Lo ganó por nocaut.
Kelly lo ganó como se lo ganaba antes. Nadie le regaló nada. En lo que a mí respecta, él es el dueño del peso mediano hoy en día. Pero cree que no hay nadie a quien enfrentar en el peso mediano, y Bernard, quien está en el peso pesado ligero está dispuesto a hacerlo. Además, la mejor manera de convertirse en miembro del Salón de la Fama es ganándole a un (futuro) miembro del mismo. Él tiene mucho para ganar y yo debo demostrar que sigo en vigencia".
Y sólo para asegurarse de que un reportero no estaba perdiendo la cabeza con todos los cumplidos, agregó, "No es que le tema al fantasma y por eso esté diciendo. Tengo trabajo que hacer. La pelea no es por el cinturón o para ver quién es el rey del peso-por-peso. Acá lo que está en juego es que Bernard Hopkins pueda conservar su legado ya que hay otro púgil que se lo quiere llevar. Él intentará menospreciar mi legado para comenzar con el suyo".
Sin importar cuál es la actitud de Hopkins, Pavlik dijo que estará listo para la pelea.
"Estoy listo para enfrentar a una leyenda y derrotarla", dijo Pavlik haciendo referencia a Hopkins, quien vive en las cercanías de Philadelphia, aunque Pavlik atrajo a Atlantic City, en donde peleó dos de sus últimas tres peleas, a miles de fanáticos desde su ciudad natal, Youngstown, Ohio, "Aunque soy más joven, sé que Hopkins es un veterano muy hábil y cuenta con un par de trucos bajo la manga. No lo voy a subestimar. Me tomé esta pelea como si estuviera en juego el título. Mi plan es permanecer invicto y demostrarle al mundo que puedo enfrentar a cualquier púgil sin importar su edad, peso o récord".
Hopkins perdió una competitiva decisión dividida ante Calzaghe en abril. Aunque su edad está quedando en evidencia, Hopkins, con 43 años, decidió seguir peleando. Eligió al fuerte Pavlik de 26 años porque no había otra opción más lucrativa.
"Estoy aquí para quedarme y para demostrarle a Bernard Hopkins que tengo más para dar", dijo Hopkins. "Muchos pensaron que había ganado mi último encuentro de modo que no estoy pensando que tengo que recuperarme. Pero ahora tengo el incentivo de que me arriesgaré un poco y no dejaré dudas de mi capacidad".
Pavlik, también tenía pocas opciones después de que Calzaghe decidió enfrentar a Roy Jones y de que potenciales enfrentamientos con el titular del peso mediano, Sergio Mora, y del dueño del cinturón en el peso welter, Paul Williams, quedaron en nada.
Es una pelea que Hopkins debe ganar si pretende continuar con su carrera después de perder tres de sus últimos cinco combates, aunque los tres fueron por decisión dos ante Taylor y dos ante Calzaghe y pudieron haber tenido un resultado diferente. Las victorias fueron por decisión dividida ante Antonio Tarver, para adueñarse del campeonato en el peso pesado ligero, y una decisión evidente el verano pasado ante Wright. Ambas peleas tuvieron lugar después de que Hopkins se retiró e hizo su regreso, que todavía no quiere terminar.
"Lo que debo demostrar, como le ocurre a Brett Favre, un mariscal entrado en años, es que aún puedo hacer esto", dijo Hopkins. "Podré pelear hasta los 80 años, siempre y cuanto tenga una mente y un cuerpo que me permitan entrenar. Estoy tomando muy en serio esta pelea. Cuando deje de sentirme así, dejaré de boxear. Pero mientras tenga ganas de ir al campo de entrenamiento y no me avergüence a mi mismo seguiré peleando. No hay muchos púgiles talentosos, por lo tanto creo que el boxeo aún necesita la presencia de Roy Jones y de Bernard Hopkins".
Después de que Joshua Clottey derrotó a Zab Judah vía decisión técnica en la novena ronda el sábado pasado para reclamar el título vacante en el peso welter, pensó que el dolor que sintió en el bíceps izquierdo fue causado por un desgarro en el músculo, en la ronda cinco.
Tras la pelea, Clottey, se sintió aliviado cuando supo que sólo había sido un tirón, una lesión que no tiene por que impedir que vuelva a pelear en el otoño si su promotora, Top Rank, puede conseguirle un combate.
"Un par de horas después de la pelea ya se encontraba bien. La inflamación bajó. Fue un tirón no un desgarro", dijo el mánager, Vinny Scolpino, a ESPN.com. "Cené con el después de la pelea y ya se sentía mejor. No creo que le ocasione más molestias. El doctor dijo que en unas pocas semanas ya estará recuperado y que debe hacer reposo".
Clottey y Scolpino esperan que Bob Arum de Top Rank les pueda conseguir una pelea por la unificación (y una revancha) con Antonio Margarito, quien detuvo a Miguel Cotto el 26 de julio. Margarito y Clottey se enfrentaron en diciembre de 2006 y Margarito ganó una decisión peleada ante Clottey, en la que este último venía bien hasta que se lesionó ambas manos.
"Espero que podamos hacer esa pelea", dijo Scolpino. "No hay razón por la que Josh no pueda pelear otra vez antes de que termine el año y obviamente estamos dispuestos a volver a enfrentarlo con Antonio".
Arum dijo que Margarito volverá a pelear el primero de noviembre. Antes de Clottey-Judah, Arum dijo que quiere que el ganador enfrente a Margarito en una pelea por la unificación. Scolpino dijo además que están dispuestos a enfrentar al titular, Paul Williams, en un combate por la unificación.
"Siempre que la recompensa monetaria sea la adecuada, enfrentaremos a cualquier púgil", dijo Scolpino. "Josh no le escapa a nadie. Nunca lo ha hecho y no lo comenzará a hacer ahora".
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