domingo, 31 de agosto de 2008
Lo que nos dejaron los Juegos Olímpicos
Con apenas una medalla de bronce, ninguna de plata y ni hablar de oro en Beijing, debo decir que este ha sido el peor equipo olímpico de boxeo estadounidense de todos los tiempos.
Eso es un hecho.
Además, fue la peor competencia de boxeo en los Juegos Olímpicos.
Esa es mi opinión, pero es algo que también parece ser así.
El sistema de puntaje computarizado no sólo ha hecho que el resultado sea impredecible (o por momentos predeciblemente injusto). Sino que además, ha hecho que los combates pierdan gran parte de su entretenimiento.
Pero que el boxeo en Beijing fue en muy pocas instancias excitante y en muchas decepcionante, no quiere decir que no haya sido interesante. Desde las decisiones controvertidas hasta las victorias por amplios márgenes, siempre hubo algo de qué hablar.
De modo que a continuación les contaré qué ha sido lo mejor, lo peor y lo más extraño de estos Juegos Olímpicos 2008:
Williams es uno de los boxeadores más refinados
Top 3 de prospectos profesionales estadounidenses: Puede que lo que lean los sorprenda, pero el orden es el siguiente: Raynell Williams está primero, el peso welter, Demetrius Andrade está segundo y el peso pesado que se quedó con el bronce, Deontay Wilder, tercero.
El hábil Williams dominó el primer encuentro por 9-1 y fue igualmente dominante al perder por una decisión de 9-7 en la segunda ronda ante el francés, Khedafi Djelkhir. Williams tuvo el combate bajo control los cuatro asaltos de la pelea, pareció aterrizar tantos golpes como Djelkhir y el problema fue que no consiguió los mismos puntos por parte de los jueces. Quizás le falte la explosión de Andrade y Wilder, pero lo cierto es que Floyd Mayweather tampoco pegaba tan duro como sus compañeros de equipo.
Andrade, mientras tanto, es un boxeador atlético en comparación con los púgiles olímpicos de 2004, Andre Ward y Andre Dirrell. De modo que deberíamos darle tiempo para que se adapte al ambiente profesional como lo han hecho Ward y Dirrell. Es posible que Peter Manfredo sea The Pride of Providence (El Orgullo de Providence), pero Andrade es la mejor apuesta de la capital de Rhode Island para aspirar a un campeonato mundial.
Wilder deberá avanzar incluso más lentamente que Andrade, pero un estadounidense de 22 años de edad y 6'7 pies de altura con una medalla y una triste historia de una hija con una espina bífida, es oro en polvo para un promotor.
El ucraniano Vasyl Lomachenko ganó oro en Beijing
Top 3 de prospectos profesionales extranjeros: Aquí no hay dudas con respecto al puesto número uno. El peso pluma ucraniano, Vasyl Lomachenko, lo tiene todo. Cuenta con un ritmo excelente, lanzó los golpes más directos y afilados que he visto en Beijing y superó un empate duro para ganar la medalla de oro, victoria que coronó con un KO técnico en la final. El zurdo de 20 tiene la velocidad, la movilidad y la habilidad de un Johnny Tapia en su mejor momento, y además cuenta con más potencia.
El Segundo mejor prospecto extranjero y el púgil más excitante de estos Juegos Olímpicos ha sido el peso pesado ligero, Bastie Samir de Ghana. Pudo haber llegado mucho más lejos en este torneo si aterrizar golpes limpios y efectivos hubiese significado algo para los jueces. Robusto, enérgico e incasable, Samir tiene el perfil de un futuro Dwight Muhammad Qawi.
Al tercer puesto lo he jugado a cara o cruz. Es difícil no estar intrigado por el potencial del súper peso pesado italiano, Roberto Cammarelle, (quien detuvo a sus oponentes tanto en las semifinal como en la final), pero lo cierto es que quedé encantado con el peso pluma mexicano, Arturo Santos, quien avanza y pega al cuerpo, hizo todas las cosas que a los jueces olímpicos les desagrada -- y aún así llegó a los cuartos de final.
El potencial profesional más sobrevalorado: Puede que el irlandés, Darren John Sutherland, tenga un estilo profesional como ya nos ha recordado cada vez que se subió al cuadrilátero en Beijing, pero su estilo ofensivo es demasiado predecible como para imaginarlo con un resultado exitoso ante oponentes de calidad. Además, su defensa de manos altas es difícil de evaluar en los Juegos Olímpicos, pero no surtirá el mismo efecto ante los jueces de peleas profesionales, quienes suman a los golpes aterrizados parcialmente.
Mejor equipo: Aunque no se haya llevado ningún oro es Cuba, con cuatro medallas de plata y cuatro medallas de bronce. El grupo B que llevó a los juegos después del éxodo de sus boxeadores demostró que tiene la calidad del seleccionado principal.
Equipo que menos ha logrado (o al que más le han robado): Cuando siete de los 11 boxeadores de Rusia perdieron de los antes de los cuartos de final pareció que el destino estaba sellado, pero los rusos se pudieron recuperar y volver a casa con dos oros y un bronce. De modo que, esto va para los estadounidenses.
Andrade y Williams merecían un mejor puntaje de los jueces, pero de todas maneras, ¿Sólo una medalla? ¿Y de bronce? Cuando los Estados Unidos no pudo superar a Mauritius o a Moldova, algo evidentemente andaba mal.
Equipo que más ha logrado (o al que más le han regalado): ¿Como puede ser que un equipo como el de China pase de terminar en el 2004 con una medalla de bronce a terminar este año con dos medallas de oro, una de plata y una de bronce? Quizás su programa ha mejorado de manera radical en los últimos cuatro años. O quizás simplemente fue el anfitrión de los juegos.
Como lo dijo en varias oportunidades el analista de NBC, Teddy Atlas, los dedos de los jueces parecieron moverse mejor sobre los teclados cuando peleaban los púgiles chinos. El medallista de oro en el peso pluma ligero, Zou Shiming, no hubiese llegado a los cuartos de final si no lo hubiesen ayudado los puntajes, y la falta de penalización después de que agarró al ecuatoriano, Luis Porozo, hizo que el peso pluma, Yang Liu, se quede con una exasperante victoria por 6-5.
Además, en las dos peleas que involucran a boxeadores chinos que terminaron siendo empates, los favoritos del público fueron perjudicados por el misterioso sistema según el cual todos los golpes registrados por cada juez son sumados, pero esos números nunca se supieron. Y otra rareza de estos juegos ha sido que el peso pesado ligero, Zhang Xiaoping, celebró su pelea de semifinal que terminó en empate, como si el anuncio que iba a ser quien pasaba a la siguiente instancia era solo una formalidad.
El detrás de escena más bizarro: Dejando de lado el hecho de si merecía o no la medalla de oro, Zou Shiming se merece una película que relate su vida. Eso si es verdad que su madre pensaba que se parecía a una niña y una vez lo obligó a usar un vestido, algo que hizo que se vaya al gimnasio y practicar boxeo para forjar una nueva identidad.
Pelea que me hubiese gustado ver entera por CNBC: El peso pesado ligero, Dzhakhon Kurbanov, de Tajikistan, fue descalificado en los cuartos de final por haber mordido a Yerkebulan Shynaliev de Kazakstán, y todo lo que pudimos ver fue el momento en el que lo muerden. No mostraron qué fue lo que ocurrió antes, que haya hecho que Kurbanov reaccione de esa manera. ¿CNBC realmente nos quiso decir que no ocurrió nada relevante como para que no hayan podido darle unos minutos de espacio y mostrarnos?
Mejor pelea de acción: La de cuartos de finales en el peso pluma entre el francés, Djelkhir, y el mexicano, Santos -- realmente pareció una pelea profesional.
Mejor historia de la carrera hacia la medalla de oro en dos oportunidades consecutivas: El peso ligero ruso, Alexey Tishchenko, fue el único púgil que ganó el oro tanto en Atenas como en Beijing. Honestamente, lo hizo hermosamente pero de una manera muy poco brillante no tengo recuerdos muy vívidos de las cuatro peleas que hizo (y su pelea por la medalla de oro nunca salió al aire en la televisión estadounidense). De todos modos creo que se merecía ser mencionado en alguna parte de esta lista.
Púgil que espero no volver a ver nunca: Si correr, abrazar y alardear son las cosas que te hacen boxear, entonces el tailandés ganador de la medalla de plata en el peso welter ligero, Manus Boonjumnong es el hombre que debes ver pelear. (Pero por la manera en la que los jueces le otorgaron puntos de manera consistente, parece que ha aprendido a alardear de una manera muy eficiente).
El que es muy probable que sea confundido con Ali G cada vez que abra su boca: ¿Fui el único que esperaba que el medallista de oro británico, James Degale termine sus entrevistas con Jim Gray dedicando sus victorias a "Me Julie"?
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