La tragedia estuvo ayer muy presente en el pabellón de As Travesas durante el combate de Iván Pozo por el título Intercontinental de la WBO del peso mosca. En el primer asalto y tras unos compases de tanteo, un golpe del púgil vigués tumbó al brasileño. Fue, con la izquierda en el costado, un golpe en apariencia muy poco peligroso el que llevó a Pires a la lona.
El brasileño ya no se levantó. Pires recibió atención médica e incluso le realizaron el boca a boca y masajes cardíacos, entre los abucheos del público, mientras Pozo aguardaba a que le entregaran el cinturón. Incluso durante la tensa espera, el gallego explicaba a los miembros de su equipo cómo había sido el golpe.
Fueron momentos duros y de tensión, que incluso se reflejaron en la cara del púgil vigués, que se interesó rápidamente por el estado de salud de su rival.
Más tarde y tras recuperarse, el brasileño se desmayó de nuevo cuando abandonaba el pabellón y fue trasladado en ambulancia a un hospital vigués. Pasada la media noche, el brasileño seguía ingresado en el hospital y permanecía en observación con un fuerte golpe en el hígado pero fuera de peligro. Los médicos no descartaban la posibilidad de que además del golpe pudiera tener alguna costilla fracturada.
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