ÁLVARO CARRERA
AS.com
Joana
Pastrana (15-1, 5 KO) se transforma cuando pisa el ring. Su personalidad muta y
se convierte en una killer dispuesta a todo por acabar con el brazo en alto. La
madrileña, de 28 años, suele comenzar ese cambio en el pesaje. Así lo ha hecho
en sus tres peleas anteriores por el Campeonato del Mundo FIB del peso mínimo.
Este domingo (23:00, Gol), en Puerto Banús (Marbella), buscará su cuarto
Mundial, algo al alcance de muy pocos. Su combate ante la aspirante oficial,
Yokasta Valle (17-2, 8 KO), es diferente a todos los anteriores. Pastrana es consciente
de que se enfrenta a su rival “más complicada hasta la fecha” y quiere
demostrar de qué pasta está hecha.
Yokasta
Valle, de 26 años, ha sido campeona mundial en un peso inferior (átomo) y
persigue la proeza. Durante la preparación ha pretendido calentar a la
campeona. “Ella y su equipo nos han faltado al respeto, eso me motiva más”,
asegura la española. Y es cierto. La costarricense intentaba encontrarse una
Joana más visceral, que pudiese fallar… pero por contra, este sábado en el
pesaje, tuvo enfrente a la Pastrana más ambiciosa. Ha estudiado el combate al
milímetro. No ha dejado nada a la improvisación.
Pastrana
contará con una mayor envergadura a su favor, lo que tendría que marcar el
combate. Valle, más pequeña, intentará entrar en distancia y formar una guerra
de guerrillas. Debe evitarlo la española, pues desde la distancia arriesga
menos y sus golpes son más efectivos. Su primer Mundial fue contra una púgil
similar, Oezlem Sahin, de quien aprendió “mucho”. “Desde ese combate he
mejorado bastante y quiero dejarlo claro este domingo”, avisa la campeona.
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